domingo, 29 de mayo de 2011

Escritores, guionistas y críticos debaten en Almería sobre los vínculos entre el cine y la literatura infantil

La fascinación que provoca el cine y la lealtad que ofrece la literatura sirven de parámetros infinitos de debate. Hablar de cine y literatura es algo sugerente, aunque nada nuevo. Pero hacerlo desde la óptica de la literatura infantil sí aporta argumentos novedosos. Es lo que pretende la asociación de Amigos del libro Infantil (ALIN) con las jornadas Literatura en 35 milímetros inauguradas ayer y que concluirán a mediodía de mañana. Guionistas, escritores, críticos, académicos y hasta cuentacuentos aportarán su granito de arena en torno a la palabra escrita y la palabra dramatizada en un medio audiovisual.

El préstamo que la literatura ha dado, como cheque en blanco, al mundo cinematográfico para cargarlo de referencias, mitos y, sobre todo, texto se aborda también considerando el negativo de la estampa: con la perspectiva, la mirada y el lenguaje que ha cautivado a la literatura. Maite Carranza, la escritora y guionista encargada de inaugurar las jornadas organizadas por ALIN, describió ayer como 'imprescindibles' los procesos previos de comprensión, seducción y 'vampirización' de una historia para poder ser adaptada al cine. 'El guionista tiene que hacer suya la historia. Y si eso no sucede, no hay guión. Debe bucear, comprenderla y enamorarse de ella. Y a partir de ahí es cuando hablamos de guión y no de novela o relato', dijo la escritora.
Las dotes de 'olfateador' que Carranza defendió en la labor de todo guionista a la hora de adaptar una obra pasan por llevar a cabo dos elementos fundamentales: su dimensionalidad y su argumento. 'Lo primero es todo aquello que nos seduce, la originalidad de sus planteamientos, el mundo en el que se ubica, su universo, los temas y problemas que plantea. Y en cuanto al argumento, es lo de menos. No hace falta que sea bueno porque es lo más fácil de conseguir', aseguró.
La intervención de la guionista corroboró las premisas defendidas por la organización sobre el cine como arte que seduce y conmueve a cuantos se acercan a él; y la literatura como infatigable y leal compañera que envuelve con su amalgama de sensaciones: dos manifestaciones artísticas y culturales delimitadas, con lenguajes específicos y, al mismo tiempo, fusionados e indisolubles.
Literatura en 35 milímetros contará hoy con la presencia de Mercedes Coll para hablar sobre La palabra y la imagen. O cómo los libros invadieron la pantalla. El escritor Fernando Lalana ofrecerá una charla sobre su obra Morirás en Chafarinas y el profesor y coordinador de la revista especializada en cine Making Off, Ignacio Jarne, disertará sobre las posibilidades didácticas entre el cine y la literatura. Por la noche, la organización proyectará la película Fausto 5.0, que será presentada por el historiador de cine Ignacio Fernández Mañas.

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